Una agradable sorpresa en ausencia de mi marido
Una y otra vez me repite mi marido que le encanta lo zorra que soy, que le encanta que le haga un cabrón.
La verdad es que tenemos ciertos amigos, con los que disfruto haciéndole un buen cabrón, amigos de confianza y con los que disfruto dejándome llenar de semen caliente, para ir en busca de mi maridito más tarde y que me lama entera, haciéndome suya después.-
Es un verdadero disfrute. Nuestro amigo Fernando es uno de esos amigos, con los que hemos estado en alguna ocasión de una forma muy satisfactoria, morbosa y divertida.
Resulta que, mi maridito se había ido de viaje de trabajo a la capital, Madrid, yo estaba sola en casa, y al cabo de poco me llamó por teléfono:
.- Hola, amor… cuéntame qué tal te va en Madrid.
.- Muy bien, preciosa mía, me respondió, oye, me ha llamado Fernando, me ha dicho que si comía con nosotros, y le he dicho que, por supuesto, se pase por la casa, aunque no le he dicho que estaba en Madrid.
.- mmmmm , entiendo, le vamos a dar la sorpresa de que estoy sola en casa, será un placer hacerte un cabrón, eso si Fernando se recupera de la sorpresa.
Ambos nos reímos.
Hacía mucho calor, así que, me puse uno de mis tangas pequeñitos, el nuevo color oro que me regaló mi marido me encanta, así que me lo enfundé, y encima puse un vestido marrón semitransparente que al tras luz deja ver mi cuerpo y el bikini que deja fuera todo.
Cuando llamaron a la puerta fui directa a abrir, sabía que era Fernando. Le hice entrar y, me quedé algo cortada, al comprobar que no venía solo.
Se quedó paralizado, pues venía con Fran, otro amigo del grupo pero que nada sabe de nuestras andanzas ni de las de Fernando. Ellos comparten profesión y, me enteré que venían de un ciclo de conferencias.
Fran me miró de arriba abajo, y dijo, madre mía, hija, cómo estás de fresquita.
Todos nos reímos. Les llevé a la terraza, la mesa estaba preparada para dos, pero pronto puse otro cubierto más para Fran, mientras les explicaba que mi maridito estaba en Madrid, pero no había querido ser descortés.
Al verme vestida así Fran empezó a atar cabos y, sonreía con comentarios picarescos.
Comimos con la sorpresa y los nervios del comienzo muy poco, pero he de reconocer que mi raja estaba muy húmeda, no sólo de pensar en que estaría con los dos a la vez, si no, en que cuando mi marido supiera que me habían regado dos vergas, se pondría más excitado aún.
Ambos me preguntaron que cuando regresaba mi marido, y aunque yo sabía que esa misma tarde noche en el tren, les dije que seguramente mañana por la mañana.
Después de comer decidimos darnos un baño, entonces, Fernando que desde que me vio, se había empalmado dijo que sin bañador, que daba igual, se desnudó y se metió en la piscina.
Fran estaba algo más reacio, más cortado, y no se acababa de decidir, me quité el vestido, el bikini que lo mostraba todo, era más morboso y divertido, apretaba mis labios vaginales que de por sí son gruesos y marcaba mis pezones y mi aureola.
Me metí en la piscina con Fernando, me acerqué a él nadando y, me cogió por detrás, comenzando a acariciar mi cuerpo, bajo la mirada de Fran que no podía evitar que su erección fuese cada vez más visible dentro del pantalón.
Se notaba que Fernando tenía muchas ganas de estar conmigo, hacía tiempo que no nos veíamos.
Sus dedos entraban una y otra vez en mi rajita húmeda, provocándome un orgasmo.
Entonces, lo llevó a los escalones de la piscina y sentándolo allí, me arrodillé inclinada sobre su verga que metí en mi boca, lentamente, succionándola y saboreándola.
La apretaba una y otra vez, la recorría entera, era una delicia. Entonces, Fran se fue animando, se desnudó mientras excitado contemplaba la mamada y escuchaba los gemidos de placer de Fernando que no paraba de decir lo bien que lo hacía.
Fran se dio un baño, y entonces se acercó por detrás, yo seguía arrodillada en los escalones con la verga de Fernando en mi boca.
Me agarró por las caderas y se inclinó metiendo su lengua en mi raja, mmmmm, comenzó a lamerme desde esa posición, me abrí ligeramente de piernas y, su lengua entraba mejor, hasta que me provocó un fuerte orgasmo.
Fernando con sus dedos comenzó a abrir y dilatar mi ano, una y otra vez, decididamente nos salimos del agua.
Nos fuimos al sofá. Fran tenía ganas de follarme, nunca había hecho un trío y se sentía algo cohibido pero muy excitado.
Mmmmmm, se tumbó boca arriba y me senté sobre él, a caballo, lentamente su gruesa verga fue abriendo mis labios vaginales hasta que tuve su polla bien dentro, taladrándome.
Ummmm, era una delicia, mientras los dedos de Fernando seguían entrando y saliendo de mi ano, que ya estaba completamente dilatado.
Con las embestidas de Fran tuve un fuerte orgasmo, me derretía, momento que aprovechó Fernando para echar mi cuerpo hacia delante y embestirme lentamente por detrás.
¿Pero qué haces? Le preguntó, Fran. Mmmmm vamos a empitonarla los dos, como en las pelis con una doble penetración.
Empujó a la vez que Fran gemía diciendo que cada vez estaba más apretado, y mi ano dilató tragándose la verga de Fernando entera.
Estaba bien llena, mi pensamiento estaba con mi cabrón que estaría bien excitado hasta que viniese, pero cuando pudiese mandarle algún mensaje se pondría realmente enfermo al saber que había estado con los dos a la vez.
Fernando comenzó a marcar el ritmo con las embestidas, me provocó dos orgasmos seguidos, no podía moverme, era delicioso tener los dos agujeros a tope, bien llena que estaba.
Fran no pudo más y comenzó a descargar todo el semen dentro de mi raja, me inundaba y sentía bien apretado sus testículos contra mis labios vaginales, notando sus contracciones lo que me provocó un nuevo orgasmo.
Cuando acabó, Fernando se levantó sacando lentamente su verga de mi ano.
Fran quedó tirado en el sofá, divertido y cansado. Metí la verga de Fernando en mi boca, y la limpié y succioné un rato.
Mi lengua la recorría y la apretaba contra el cielo de mi boca, era una delicia.
Entonces, me dijo, voy a llenarte el mismo agujero, y a cuatro patitas me la metió por detrás, sentí salir parte del semen de Fran al irse llenando mi raja con la verga de Fernando.
Me llegaba hasta las entrañas con sus embestidas, tuve un fuerte orgasmo y se dejó ir, vaciándose dentro de mi, mezclando su semen con el de Fran dentro de mi coñito los dos.
Cuando terminamos, nos tomamos un cubata, Fran dijo que no se esperaba esto pero que había sido divertido y morboso, a lo que alegó Fernando que más morboso era con mi marido delante viendo su cara de placer al verme gozar con otro.
Se fueron y mandé un mensaje a mi marido contándole, estuvimos todo el rato mandándonos mensajes hasta que llegó a casa y….
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